Dic 14

UNA VIDA CON EVIDENCIAS DE CONSAGRACIÓN A DIOS, Por: Diego Teh.

UNA VIDA CON EVIDENCIAS DE CONSAGRACIÓN A DIOS

Romanos 12:1-2.

Predicado por el Presbítero: Diego Teh Reyes, el sábado 14 de diciembre 2019, a las 19:00 horas, en la congregación “Luz de Vida” de la colonia Bojórquez, de Mérida, Yucatán, con motivo de la acción de gracias de la Srita. Jesica Demeza Escobedo, por haber cumplido XV años de vida. Ella es hija de los hermanos Jerónimo Demeza y Rut Escobedo.

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   INTRODUCCIÓN: Estimada Jesica, has venido en este momento hasta este lugar a dar gracias a Dios por haberte permitido vivir estos primeros XV años de vida, pero presentarse delante de Dios no es como cuando vas a la tienda a comprar.  Cuando el tendero de da el cambio (o vuelto, como también le llamamos), tú le dice: Gracias; y ¿qué más haces? Nada, ¿verdad?  Simplemente te das la vuelta y te retiras de la tienda.  Pero, con Dios no es así.  No te presentas solamente a decirle gracias por mis XV años, y luego te das la vuelta para irte, y entonces se acabó el propósito de tu acción de gracias.  Además de tu acción de dar gracias a Dios, debes tener en cuenta que también viniste a consagrar tu vida a Dios.  Jesica, ¿estás lista para consagrar tu vida a Dios?  Espero que sí.

   Con fundamento en la palabra de Dios, la edad de 12 años es la edad en el que un joven y una señorita cumple su mayoría de edad para asumir directamente con Dios las responsabilidades espirituales.  La constitución de nuestra iglesia, indica también que esta es la edad apropiada para ello, pero resulta que ni la iglesia está tan interesada en animar a los padres de familia, y a los mismos jovencitos y señoritas que desde sus doce años se unan a la membresía de la iglesia.  ¿Hay algún padre de familia que ha instruido a sus hijos para que desde sus doce años se interesen a ser miembros de la iglesia, obviamente habiendo primeramente creído en Jesucristo?  Muchos padres piensan que sus hijos a sus doce años todavía son muy pequeños para ser miembros de la iglesia.  Jesica, ahora que eres 3 años mayor que 12, con mucha más razón hoy debes asumir la responsabilidad de consagrar tu vida a Dios, lo que como resultado traerá beneficios a tu vida.

   El apóstol Pablo les escribió a los nuevos creyentes de Roma: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. / No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:1-2); y el Apóstol Santiago en su única epístola universal escribió: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros” (Santiago 4:7).

   Basado en estas palabras de estos dos apóstoles, lo que en este momento te voy a predicar, estimada Jesica, es que: Una persona consagrada a Dios, presenta EVIDENCIAS espirituales de su vida consagración. / ¿Cuáles son las EVIDENCIAS espirituales que presenta una persona consagrada a Dios? / Escucha, pues, algunas de estas EVIDENCIAS espirituales.

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   La primera EVIDENCIA espiritual que presenta una persona consagrada a Dios, es que:

I.- PRESENTA SU SER EN ADORACIÓN A DIOS.

   En el primer versículo de Romanos 12, el apóstol Pablo escribió: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional(Romanos 12:1).  El énfasis de estas palabras es que los cristianos tenemos la responsabilidad de dar culto racional a Dios, es decir un culto con un alto grado de conciencia de estar adorando a Dios. Y la manera de dar este culto a Dios, es presentando cada quien su cuerpo en sacrificio vivo.  Los detalles a considerar en estas palabras del apóstol Pablo, son primero, que un sacrificio por naturaleza implica la muerte del sacrificado, que generalmente es un animal.  En el caso de la ley de Dios para los israelitas siempre un animal, que podría ser un buey, una oveja, un cordero, o mínimo una paloma, o hasta una tórtola.  Cualquiera de ellos tenía que morir.  Su sangre era derramada al pie del altar del sacrificio.

   Pero, en este caso, pareciera una contradicción que el sacrificio esperado de los cristianos tiene que estar “vivo”; y aun más no sería un animal, sino el creyente mismo, cuyo cuerpo debe ser presentado ante Dios.  Es decir, uno no tiene que inmolarse y derramar su sangre ante ningún altar, porque la sangre de Cristo derramada en el Calvario cuando fue crucificado, fue suficiente una sola vez para siempre.  Ahora, solamente hace falta que uno mismo presente su ser entero cuerpo y alma, para adorar a Dios.  Se necesita presentarse delante de él, tal como uno es, para adorarle.

   Jesica, hoy que vienes a consagrar tu vida a Dios, recuerda que él ya no necesita el derramamiento de sangre ni de un animal, ni de ti misma porque Cristo ya derramó su sangre en vez de la tuya.  Ahora, que consagras a él tu vida, lo único que te queda por hacer es que tu vida debe ser una constante adoración a él.  Eso significa la instrucción del apóstol Pablo cuando dijo a los romanos: que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios”.  Tu consagración significa que te comprometes a ser una adoradora de Dios, no solamente en este culto, sino durante toda tu vida. No solamente algunos domingos de tu vida, o algunas ocasiones de cada año.  Consagrarse es un compromiso de por vida para darle culto a Dios.  ¿Querrás hacer esto durante toda tu vida?  Si es que sí, entonces, vale la pena tu consagración.  Si tu decisión es que no, entonces, este acto no tendrá ningún valor espiritual para tu vida.  Así que si en verdad, viniste a consagrarte, presentarás todo el tiempo tu cuerpo y alma en adoración a Dios.

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   La segunda EVIDENCIA espiritual que presenta una persona consagrada a Dios, es que:

II.- RENUEVA SU ENTENDIMIENTO CON LA VOLUNTAD DE DIOS.

   En el segundo versículo de nuestro texto de Romanos 12, hay una instrucción más que dice: No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2).  Mucha gente, tiene problema con su entendimiento actual acerca de la voluntad de Dios.  Mucha gente hace cosas pensando que lo está haciendo conforme a la voluntad de Dios.  Personas no consagradas a Dios no tienen cuidad de este detalle.  Les da igual si hacen o no la voluntad de Dios, pues lo único que les interesa es hacer su propia voluntad en realidad apegada al pecado en vez de a Dios.  Por eso, el apóstol Pablo, para evitar que los cristianos caigan en ese error, les instruye enfatizándoles: “… transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento”.

   Estimada Jesica, ahora que has venido voluntariamente a este acto tanto de gratitud como de consagración, lo que vas a hacer en cuanto a tu consagración, implica que te vas a hacer responsable de no actuar en la vida de manera que tus actos no correspondan a la voluntad de Dios.  Tu responsabilidad a partir de este momento, para que no decidas ni actúes equivocada y pecadoramente, es renovar tu entendimiento. ¿Qué entiendes por renovar?  Todos tenemos pensamientos, conceptos, e ideas equivocadas que gobiernan nuestra manera de tomar decisiones y de actuar.  Pero, todas estas cosas equivocadas las necesitamos desechar de nuestra vida, teniendo que renovarlos con la palabra de Dios que nos enseña “la buena voluntad de Dios, agradable, y perfecta”.

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   La tercera EVIDENCIA espiritual que presenta una persona consagrada a Dios, es que:

III.- HACE QUE EL DIABLO HUYA SOMETIÉNDOSE A DIOS.

   Se cuenta de un hombre que quería ser millonario, tener muchas mujeres y hacerse muy famoso. Buscó muchos medios para conseguirlo y no pudo lograrlo hasta que atrapado por su lujuria pactó con Satanás. El pacto que hizo fue que él le entregaba su vida a cambio de riquezas y muchas mujeres.  El enemigo le dijo: Trato hecho.  El hombre se hizo rico muy pronto y también tuvo muchas mujeres.  Todas las mujeres que tocaba con el pañuelo satánico que tenía, se las conseguía. Pero este hombre un día se equivocó.  Puso sus ojos donde no debía ponerlo.  Se fijó en una mujer santa, en una mujer consagrada.  Sacó el pañuelo satánico y la magia no le funcionó.  Muy pronto el hombre se sintió desilusionado y vino donde Satanás y le dijo: Tú y yo hicimos un pacto, que todas las mujeres que yo tocara iban a ser mías, pero ha pasado que toque una con el pañuelo y no me hace caso. Y Satanás le dijo: Sí, pero yo he cumplido, te he dado riquezas, te he dado muchas famas y también muchas mujeres del mundo, inclusive tu puedes entrar a la Iglesias y todas esas mujeres que no están firmes y estables, pueden ser tuyas, pues tengo autoridad sobre ellas. Pero esa que tú tocaste, yo no tengo ningún poder sobre ella porque esa es una mujer de oración, es una mujer consagrada, una mujer santa y cada vez que yo la veo tengo que huir.

   Lo anterior que fue un cuento, más allá que cuento, tiene mucha semejanza con la realidad, pero tiene una hermosa aplicación de victoria para una mujer consagrada a Dios.  Y esa mujer de victoria, puedes ser tú, Jesica.  Es esto que dice el apóstol Santiago en su epístola cuando escribió: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros” (Santiago 4:7). Tanto los hombres como las mujeres que consagran su vida a Dios como un acto voluntario de sometimiento a Él, con eso reciben la capacidad de hacer huir de sus vidas al mismísimo diablo enemigo de nuestras vidas.  Dios quiera que este sometimiento a Dios, que comienzas el día de hoy con tu consagración a Dios, sea para tu vida la herramienta que todas las veces necesarias hará huir de tu vida al mismo diablo, pues siempre encontrará que no tiene poder sobre nadie cuya vida este sometida a Dios. Esta será también una evidencia de que tu vida está verdaderamente consagrada a Dios.

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   CONCLUSIÓN: Estimada Jesica, el mundo en el que vivimos nos tiene mucha influencia para que ignoremos a Dios. Siempre buscará influenciarnos para inclinarnos especialmente a algún tipo de idolatría, pero recuerda: Ahora que te consagras a Dios, tú tienes la responsabilidad de dar culto solamente a Dios, presentando tu cuerpo en sacrificio vivo a Él.  Como deber tuyo, por ser una mujer consagrada a Dios, deberás no adaptar tu manera de pensar tal como piensan los que no conocen la voluntad de Dios, sino que deberás responsabilizarte de aprender la voluntad de Dios para que renueves tus pensamientos con su voluntad.  Si no haces eso, lo que ello significa es que no estabas muy segura de lo que implica venir a consagrarte el día de hoy.  Y como otro deber tuyo es que deberás vivir siempre sometida a Dios según lo que su voluntad desea, pues así serás una mujer victoriosa porque entonces el diablo, las veces que quiera acercarse a ti, antes saldrá huyendo dejándote feliz en las manos de Dios.

   Dios te bendiga ahora y siempre por tu decidida consagración a Él en este momento.