Dic 15

NADIE OS QUITARÁ VUESTRO GOZO, Por: Diego Teh.

NADIE OS QUITARÁ VUESTRO GOZO

 Salmo 51:1-12; Juan 16:16-24.

Predicado por el Presbítero: Diego Teh Reyes, el domingo 15 de diciembre 2019, a las 11:00 horas, en la iglesia “El Divino Salvador” de Mérida, Yucatán.

Este sermón corresponde al sermón # 5, de la serie: JESÚS MOTIVO DEL ADVIENTO.

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   INTRODUCCIÓN:  Hay personas, entre ellas creyentes en Jesucristo que tienen una percepción equivocada acerca de nuestro Dios. Se lo imaginan como una persona siempre muy afligida, atribulada, lamentándose, dolida, y hasta llorona por causa de la abundante maldad y del corazón pecador de los seres humanos a quienes Él creó esperando que todos le den solamente a Él toda la gloria que se merece por ser Dios y Creador.  Pero, la palabra de Dios nos presenta una descripción acerca de Dios, en el cual destaca que uno de sus atributos es el gozo.  Considerando sus tres personas: Padre, Hijo, y Espíritu Santo, leemos del Padre, por ejemplo, que el profeta Nehemías y el sacerdote Esdras en una ocasión, a los judíos de su tiempo animándoles a superar la tristeza por reconocerse verdaderamente pecadores, les dijeron: “… no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza” (Nehemías 8:10). Dios el Padre está lleno de gozo de calidad divina y perfecta. En cuanto a Jesús el Hijo de Dios, en una conversación que tuvo con sus discípulos durante su última cena de Pascua con ellos, les dijo acerca de sí mismo: “Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido” (Juan 15:11). Su gozo, obviamente de origen divino, quería compartirlo con sus discípulos para que el gozo que ellos sientan sea abundante y perfecto.  El apóstol Pablo en su epístola a los Tesalonicenses, explicándoles acerca de la participación del Espíritu Santo en la decisión de aceptar la palabra del evangelio que había sido predicado a ellos, les dice: “Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo” (1 Tesalonicenses 1:6). El Espíritu Santo otorga gozo porque obviamente lo tiene.

   Hoy es tercer domingo de adviento, y se le conoce como domingo de GOZO, y solamente como información técnica también se le conoce como: DOMINGO DE GAUDETE de la palabra en latín que significa GOZO.  En las iglesias cristianas se predican mensajes que promueven que los creyentes en Jesucristo disfruten el gozo divino en sus corazones. El texto del mensaje que me ha correspondido predicarles en este momento, en su contexto tiene que ver con el extenso Discurso de Despedida de Jesús durante la noche de su última cena de Pascua con sus discípulos.  Con un lenguaje enigmático que requería interpretación especial como si se tratase de una de sus acostumbradas parábolas, Jesús les comunica que: “Todavía un poco, y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis; porque yo voy al Padre” (Juan 16:16); en otras palabras, que ya estaba por irse de regreso a Su Padre celestial de donde él procede.  Cuando ellos entendieron lo que Jesús les estaba diciendo, comenzó a generarse en ellos un sentimiento de tristeza.  Por otra parte, Jesús pensando en que la gran comisión que él les iba a encomendar no sería tan fácil por los problemas que enfrentarían por causa de las personas a quienes les llevarían el evangelio, les dijo primero: “De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo” (Juan 16:20); e inmediatamente después de ilustrar el grande gozo de una madre después del transitorio dolor de dar a luz un hijo, les dijo: “También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo” (Juan 16:22); y finalmente les habló acerca de la importancia, necesidad, y privilegio de orarle a Dios, y les añadió: “pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido” (Juan 16:24b).

   De estas palabras de nuestro Señor Jesucristo que toma en cuenta nuestros problemas, sentimientos, y emociones humanas, para lo cual nos ofrece e infunde su gozo, del cual él mismo enfatiza que: “se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo” (Juan 16:22b), hoy les voy a predicar que: Nadie puede quitar el gozo que una persona obtiene de Jesucristo. / ¿Por qué RAZONES nadie puede quitar el gozo que una persona obtiene de Jesucristo? / Encontremos estas RAZONES en las palabras de Jesús.

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   La primera RAZÓN porque el gozo obtenido de Jesús, nadie nos lo puede quitar, es:

I.- PORQUE SU FUENTE ES DIOS, Y NO EL MUNDO.

   Similar a cuando Jesús dijo: La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da” (Juan 14:27a), también el gozo que los creyentes no solamente recibimos en el presente, sino que la recibiremos a plenitud cuando él regrese por su iglesia, igualmente no es como el mundo la da.  El mundo ofrece placeres, y gozos que no tienen efecto suficiente y satisfactorio en la vida de ninguna persona.  Los creyentes aprendemos a calificar los gozos del mundo, comparados con el de Jesús, y descubrimos que más vale la pena el gozo de Jesús.

   Cuando Jesús dice: ““De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará”, y cuando añade: “pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo” (Juan 16:20), Jesús les dio a entender que el mundo no tiene gozo verdadero para los que creen en Jesús, pero Jesús sabiendo de esta gran carencia del mundo, y de esta gran necesidad en realidad de toda persona, él anima a sus discípulos a esperar el momento de su regreso en el que: “vuestra tristeza se convertirá en gozo”.  Sin embargo, no lo podemos negar, aunque Jesús todavía no ha regresado, los discípulos de él desde aquellos tiempos hasta el día de hoy, no estamos privados de disfrutar las bondades de su gozo, aunque por causa del pecado que está presente en el mundo y en nuestra vida, no lo percibimos en toda su plenitud, sino de manera limitada, pero eso tendrá su fin.  Cuando Cristo vuelva, toda aflicción antes padecida por causa de su evangelio, y aun por causa propia del mismo pecado, se acabará, lo tendremos en el olvido, y es así que: “vuestra tristeza se convertirá en gozo”, y nadie nos lo podrá quitar porque su fuente es Dios y no el mundo, pues es más poderoso Dios que el mundo para preservar su gozo en nuestra vida.

   Amados hermanos, disfrutemos el gozo de Jesús, y esperemos con anhelo, el momento que su gozo será pleno en nosotros.

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   La segunda RAZÓN porque el gozo obtenido de Jesús, nadie nos lo puede quitar, es:

II.- PORQUE SU EFECTO ES ETERNO, Y NO TEMPORAL.

   Cuando Jesús ilustra el grande gozo de una madre después del transitorio dolor de dar a luz un hijo; y comparado con el beneficio del gozo que en medio de las aflicciones de la vida que reciben los hijos de Dios, les dijo a aquellos sus primeros discípulos: “También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo” (Juan 16:22).  Estas palabras, siguen siendo aplicables también para los discípulos de la actualidad.

   Dice un antiguo estribillo: “Este gozo que yo siento en mi alma, solo Cristo me lo pudo dar. Solo Cristo me lo pudo dar, solo Cristo me lo pudo dar. Este gozo que yo siento en mi alma solo Cristo me lo pudo dar”.  Los hijos de Dios, en medio de las pruebas, y toda dificultad en la vida, tenemos este gozo que nadie nos lo puede quitar. Como dice otro estribillo con respecto al avivamiento o gozo que llega en la vida de los discípulos de Jesús: “Este avivamiento, ¿quién lo quitará? ¿quién lo quitará? ¿quién lo quitará? Ni mi padre, ni mi madre, nadie lo puede quitar, …”.  Y otro estribillo lo completa diciendo: “Como el mundo no me lo dio, el mundo no me lo puede quitar”.  Gracias a Jesús que nos da de su gozo divino, con efecto eterno que nada ni nadie jamás podrá quitar de nuestra experiencia, porque al mundo no le interesa lo eterno sino solamente lo temporal.

   Amado hermano, usted ha comenzado a disfrutar el gozo de Jesús que consiste en experimentar primeramente porque él le ha salvado de la condenación eterna.  ¿No es verdad? Segundo, porque usted ya es libre del poder del pecado.  Tercero, porque ahora por la gracia de Dios, usted se está dirigiendo justamente a la gloria eterna de Dios. ¿No es esto causa de gozo?  Cuando usted entone el himno: GRANDE GOZO HAY EN MI ALMA HOY (# 383, HEP SDG), disfrute el gozo de Jesús en su vida porque esto es eterno.  Jesús es nuestro sumo gozo en esta vida.

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   La tercera RAZÓN porque el gozo obtenido de Jesús, nadie nos lo puede quitar, es:

III.- PORQUE ES PERFECTO, Y NO A MEDIAS.

   Cuando aquella misma ocasión de su discurso de despedida, Jesús les habló acerca de la importancia, necesidad, y privilegio de orarle a Dios, y les añadió: “pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido” (Juan 16:24b).  En esta expresión que dice: “para que vuestro gozo sea cumplido”.

   Las versiones Dios Habla Hoy, y Nueva Versión Internacional traducen esta expresión, diciendo: “para que su alegría sea completa”, y la Traducción en Lenguaje Actual lo traduce diciendo: “así serán completamente felices”.  La idea de todas estas expresiones es que el gozo que actualmente disfrutamos en Jesús, a pesar de ser real y perfecta, todavía no podemos sentir su perfección absoluta. Siempre hace falta que la sintamos “completamente” (TLA).  Pero, ya lo que ahora disfrutamos nadie nos lo podrá quitar, y además cuando Cristo vuelva, experimentaremos más gozo, la perfección absoluta de su gozo divino y eterno.

   Amado hermano, no se rinda usted ante las aflicciones de este mundo. Vale la pena se creyente en Jesucristo.  Prueba de ello es que usted y yo, a pesar de las limitaciones que el pecado nos tiende para no disfrutar completamente el gozo de Jesús, de todas maneras, podemos sentir y darnos cuenta que hay algún cambio progresivo en nuestra manera de reaccionar ante toda dificultad.  Ya no lo hacemos con tristeza, con ansiedad, y con aburrimiento, sino que enfrentamos todo con gozo del Señor.  Entonces, vale la pena esperar el momento que los limitantes desaparezcan.

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   CONCLUSIÓN:  Amados hermanos, que este adviento, que esta navidad próxima que conmemoraremos, no sea solamente una festividad religiosa para ninguno de nosotros, sino sea una ocasión para reconocer que nuestro verdadero gozo, proviene de Jesús quien vino a nacer en este mundo para traernos el gozo divino, eterno y perfecto que tanto necesitamos.  Compartamos también su gozo con aquellos que nos rodean.