¿EN QUIÉN TIENES ESPERANZA? Por: Diego Teh.

¿EN QUIÉN TIENES ESPERANZA?

Tito 2:11-14.

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Predicado por primera vez por el Pbro. Diego Teh Reyes, en la cancha de usos múltiples del parque de la calle 104 x 59-H y 59-J, de la col. Bojórquez, de Mérida, Yucatán; el sábado 25 de noviembre 2017, a las 19:00 horas; durante concierto musical evangelístico, en la víspera de Adviento.

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   INTRODUCCIÓN: Para ti que te encuentras en este lugar, bienvenido a esta cancha de usos múltiples, hoy te queremos compartir un mensaje muy especial, y necesario para tu vida. Si has escuchado alguna vez acerca del calendario litúrgico que utilizamos las iglesias cristianas, sabrás que mañana comienza un período de días que se le conoce como Adviento, y termina hasta el día 24 de diciembre en noche buena.  A partir del 25 de diciembre sigue la Navidad.  Estos días de adviento siempre incluyen 4 domingos.  Cada uno se aprovecha para enfatizar un tema importante.  El cuarto domingo se habla de la importancia del amor de Dios, y cómo debemos compartir su amor; el tercer domingo se habla acerca de cómo tener de Dios una vida llena de gozo; el segundo domingo, se enfatiza la importancia de estar en paz tanto con Dios como con las personas y con uno mismo.  Estoy seguro que estos temas son necesarios para ti.  Acércate con nosotros y te podemos orientar para que encuentres estos beneficios para tu vida.

   Pero, para mañana, primer domingo de estos días conocidos como adviento, el tema también altamente importante que se comparte en las iglesias es acerca de la esperanza que toda persona debe tener no en sus semejantes ni en cosas temporales y perecederas, sino en Dios.  Esta noche, víspera del adviento, te venimos a compartirte por anticipado en nombre de Jesucristo nuestro glorioso Salvador, los aspectos esenciales acerca de esta esperanza en Dios.

   Primeramente, permíteme leerte palabras bíblicas escritas por Pablo el apóstol de Jesucristo. Estas palabras, dicen así: “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, / enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, / aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, / quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras” (Tito 2:11-14 RV60).

   Ahora que has escuchado estas palabras bíblicas, voy a compartirte que la esperanza cristiana tiene diversos aspectos esenciales. / ¿Cuáles son los aspectos esenciales que tiene la esperanza cristiana? / Escucha por favor los siguientes aspectos esenciales.

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   El primer aspecto esencial de la esperanza cristiana, es que:

I.- EN LA GRACIA DE DIOS HAY SALVACIÓN.

            A). La salvación es nuestra necesidad.

   Te voy a repetir las palabras de la Biblia que dicen esta verdad. “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres” (Tito 2:11). ¿Salvación? ¿De qué? Talvez esta es una cuestión que no tienes muy claro, por lo que te voy a hacer un par de aclaraciones: Primero te voy a explicar que según la Biblia, una sola desobediencia a Dios hizo que el primer ser humano se convierte en pecador.  Luego, todos los seres humanos nacemos siendo pecadores.  Aunque supongamos que no es así, sino que nos convertimos en pecadores desde nuestra primera desobediencia a Dios, de todas maneras, en este momento ya hemos desobedecido a Dios muchísimas veces, y por eso no podemos negar que somos pecadores.  ¿Puedes reconocer esto?   Segundo, déjame hacerte saber que la Biblia dice por medio del apóstol Pablo que: “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).  Ser destituido de la gloria de Dios, quiere decir que los pecadores hemos sido con toda justicia divina expulsados de su presencia.  El pecador no puede por su propia cuenta estar delante de la santidad de la presencia de Dios. Y al ser destituidos de su gloria o santísima presencia, el destino al que todo pecador es trasladado, la biblia le llama “condenación”, porque dice: por la transgresión de uno vino la condenación” (Romanos 5:18).

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            B). La salvación está ofrecida.

   Con esta explicación, deberías entender lo que significa que: Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres”.  Aun así, te voy a explicar otros dos detalles: El primer detalle es que Dios no quiere que tengas como destino la condenación que por cierto es eterna y nada agradable sino horrorosa, por lo que él quiere que seas salvo de tal condenación.  El segundo detalle es que esta salvación está ofrecida a todos los seres humanos, por lo que no tienes excusa para decir que no nadie te lo dijo, y que no lo sabías.

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            C). La salvación es por la gracia de Dios.

   Y finalmente, ahora debes entender y saber lo que significan las palabras: “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres” (Tito 2:11).  Lo que estas palabras están diciendo es que el ofrecimiento de la salvación a todas las personas, es por “la gracia de Dios”. ¿Entiendes lo que es la gracia de Dios?:

   Primero, “gracia de Dios”, significa que Dios está dispuesto a darnos lo que no merecemos.  Lo que merecemos es lo que hemos ganado con nuestras acciones que nos cuentan como pecado, o sea que lo que merecemos es el castigo por nuestros pecados; pero Dios por su misericordia no ha querido darnos lo que merecemos, y por su “gracia” ha querido darnos la salvación que no merecemos.

   Segundo, “gracia de Dios”, significa que no tiene costo es un regalo para el ser humano. Esto quiere decir que para salir del problema de la condenación eterna que nos corresponde a todo ser humano, usted no tiene que pagar absolutamente nada a nadie.  La gracia de Dios no está en venta para nadie, pues quien la ofrezca en venta es porque no ha entendido ni para él mismo lo que significa la gracia de Dios; y por lo tanto sigue en condenación.

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            D). La salvación es solamente por Cristo.

   Estimado oyente, ahora te repito la pregunta: ¿En quién tienes esperanza? ¿En quién tienes esperanza con respecto a tu salvación para que no termines en la condenación eterna? Si la tienes en alguna iglesia o en alguna persona religiosa, o en algún sistema religioso, peor si la tienes en alguna secta que niega los fundamentos de la fe cristiana, NO tienes por ello esperanza de salvación.  Sigues perdido para siempre, y estás yendo rumbo a la condenación. La única esperanza de salvación es Dios por medio de su hijo Jesucristo.  Es a él a quien te hemos venido a ofrecer en este momento.  Otro apóstol de Jesucristo, predicando acerca de Jesús dijo a sus oyentes que: en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12).  Las palabras bíblicas que te leí al principio también indican lo mismo cuando dicen: aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13).

   Hoy mismo tienes esperanza en Dios para tu salvación eterna por medio de su Hijo Jesucristo. Te invito a que hoy aceptes la gracia de Dios quien te quiere evitar la condenación eterna, y a cambio quiere darte la salvación eterna.  Para los que aceptan esta “gracia de Dios”, también dice el apóstol Pablo: Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Romanos 8:1). ¿Quieres que Dios sea tu esperanza y seguridad para tu salvación?

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   El segundo aspecto esencial de la esperanza cristiana, es que:

II.- EN LA ENSEÑANZA DE DIOS HAY TRANSFORMACIÓN.

            A). La gracia de Dios también es enseñanza y transformación.

   En la lectura que hice al principio de este mensaje, te hablé acerca de la gracia de Dios para la salvación, sin embargo, la gracia de Dios no solamente desborda en salvación, sino también en enseñanza cuyo resultado es transformación de la vida.  Escucha nuevamente las palabras que leí al principio: “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, / enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente” (Tito 2:11,12).  La “gracia de Dios”, también es enseñanza y transformación de la vida para salir de esos momentos críticos y difíciles que a todos nos persiguen, y creo que tú no eres la excepción.  No te des por vencido, la esperanza cristiana también se ocupa de estas cuestiones, pues Dios no solamente se interesa por tu eternidad sino también de los pormenores de tu vida actual que seguramente no te ha sido muy fácil.

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            B). Los problemas llegan a todos inevitablemente.

   No sé en qué situación de vida te encuentras en este momento.  Talvez tu problema es matrimonial, pues tu ilusión de vivir para toda la vida con felicidad y amor no ha sido posible para ti. Dios puede enseñarte a cómo lograr esa buena experiencia.  O quizá el médico especialista en el que estabas esperando que tenga un tratamiento efectivo para tu enfermedad te ha dicho que no puede hacer más por ti.  O quizá alguna amistad o mala amistad te causó alguna decepción cuando te mostró una actitud distinta a la que tú estabas esperando. Es como que todo lo que ocurre a tu alrededor te roba la fe, la esperanza y el amor.  O quizá en este momento tu problema es que te has quedado sin trabajo; o porque chocaron tu carro y de paso no has podido ni siquiera reemplacarlo ahora que está por vencer el plazo establecido por la ley respectiva, y lo mismo te pasa con la renovación de tu licencia.  Por otra parte, estás preocupado porque ningún banco te ha aprobado el crédito que estás solicitando. Tal vez la enfermedad llegó sin previo aviso, y está afectando tu economía, tu tiempo, y hasta tu trabajo.  Tal vez a tu hijo no le está yendo bien en la escuela y de paso se está metiendo en el consumo de drogas.  O quizá tu caso es que el negocio que has intentado establecer no prospera.  Las preguntas que obligadamente surgen bajo tales circunstancias son: ¿Y ahora qué hago? ¿Y ahora en quién me apoyo? ¿Y ahora a dónde voy? ¿Y ahora, quien me ayuda? ¿Y ahora cómo resuelvo esta situación?  ¿Y ahora en quien pongo mi esperanza?

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            C). La palabra de Dios enseñanza cómo enfrentar los problemas.

   Estimado oyente, Dios no está ajeno a esas situaciones de tu vida; pero en tu caso ¿en quién está ahora tu esperanza?  Ojalá que tu esperanza sea Dios, más no sea el banco o el dinero, tampoco el médico o la medicina, ni algún religioso aunque éste sea humilde y verdaderamente apegado a Dios. Las palabras que les leí de la epístola de San Pablo, dice que la voluntad de Dios es que: “vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente” (Tito 2:12b).  ¿No te gustaría vivir así, diferente a como ahora estás viviendo lleno de afanes?  Te animamos a que te intereses por aprender y dejar ser enseñado ni siquiera por mí ni por ideas de otras personas, sino por las palabras de enseñanza de Dios que corrigen y transforman la vida de las personas que primeramente aceptan la gracia de Dios. Si así te parece, permítenos saber tu interés por aprender no nuestras palabras sino la palabra de Dios. Por nuestra parte te ofrecemos enseñar a descubrir las enseñanzas de Dios que cambiarán tu vida para tu propio bien y para el bien de tu misma familia.  Si quieres seguir el camino de la salvación, acércate a alguna de las personas que estamos aquí para darnos el privilegio de poder ayudarte en tu vida espiritual.  Pídenos un folleto que te entregaremos de manera gratuita.  Si quieres que pidamos a Dios por tu vida o por la de tus familiares, amigos, o vecinos, para que ellos también tengan esperanza en Dios, y una vida feliz de parte de Dios, estamos en la disposición de hacerlo. Acércate con nosotros para decirnos sus nombres, y aquí nuestro equipo orará por ellos.  Si necesitas un ejemplar de la Santa Biblia podemos obsequiarte una para que estudies de manera personal y hasta con la ayuda de otras personas que también la estudiamos.

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            D). La gracia de Dios requiere que se renuncie todo lo impío.

   Para lograr una vida transformada del fracaso a la vida abundante, feliz, y exitosa que Dios da, tienes que saber ahora mismo qué es lo que Dios te va a enseñar.  Las palabras bíblicas dicen acerca de “la gracia de Dios”, que enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos este siglo sobria, justa y reposadamente” (Tito 2:12a).  En ese aprendizaje, Dios te va a enseñar a renunciar lo que no es agradable ni compatible con su santidad y voluntad.  El texto bíblico dice que se debe renunciar “a la impiedad y a los deseos mundanos”.  Y esto, no es nada imposible, aunque quizá al principio lo veas difícil, pero Dios hará que puedas, y serás grandemente feliz cada día.  Se trata de vivir las palabras que Jesucristo dijo tanto a sus discípulos más cercanos como a toda la gente que enseñaba: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” (Mateo 16:24; Marcos 8:34; Lucas 9:23).

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            E). La gracia de Dios ofrece a Jesús como única solución y esperanza.

   ¿Quieres una vida transformada, nueva, feliz, exitosa, etc…? Tienes que renunciar “a la impiedad y a los deseos mundanos” que te han cautivado, y sin temor a equivocarme son los causantes de la vida desastrosa, agobiante, y sin esperanza que nadie te está obligando llevar, sino que voluntariamente has estado llevando. Hoy mismo tienes esperanza en Dios no solamente para tu salvación eterna por medio de su Hijo Jesucristo, sino también para que las circunstancias de alcancen tu vida no te derroten, sino que tú las venzas con el poder de Dios que estará en ti. Te invito a que hoy aceptes la gracia de Dios quien también quiere enseñarte a vivir las mejores experiencias preparadas de antemano para la vida de quienes ponen su esperanza en Él.  ¿Quieres que Dios sea tu esperanza y así tengas en él una vida llena de salvación y felicidad que no has podido encontrar en ninguna parte durante toda tu vida?  Te aseguro que no pierdes nada si pones tu esperanza en Dios, y si das el paso de aceptar su gracia transformadora.

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   CONCLUSIÓN: Hace tres semanas, el pasado 31 de octubre, leyendo un devocionario conocido como NUESTRO PAN DIARIO, leí acerca de la experiencia de una persona que fue invitada por una amiga a una reunión en la que no supo que en aquella reunión estaría un predicador de la palabra de Dios.  Mucho tiempo después cuando esta persona cuenta acerca de aquella ocasión, dice: “De haberlo sabido, no habría ido”.  Estimado oyente, no es una casualidad que tú estés aquí o en los alrededores escuchando la música y el mensaje que estamos compartiendo.  Estoy seguro que, si de ti hubiese dependido, también hubieses dicho: Yo no voy a la cancha a escuchar a ese hombre; pero ¿sabes una cosa? Dios ha querido darte esperanza esta noche; por eso estás aquí.  Aprovéchala para el resto de tu vida.  No te voy a pedir que en este momento vengas aquí al frente, pero por favor dile a Jesucristo: 1) reconozco que soy una persona pecadora que según tu palabra lo que merezco es la condenación; 2) Dile también: Reconozco que me amas aunque nunca he podido corresponder a tu amor, pero a partir de ahora quiero amarte y vivir para ti; 3) Ahora, dile: Reconozco que tomaste el lugar que yo deberías ocupar cuando injustamente moriste en la cruz para pagar por todos mis pecados; 4) También dile: Reconozco que lo hiciste todo por mí y para mí, completamente todo, sin que yo tenga que pagar absolutamente nada ni a ti ni a alguna persona; y 5) por último dile: Quiero que tú Jesucristo seas mi salvador, entra a mi vida, a mi corazón, toma el control de mi vida, y condúceme a tu salvación eterna.  Quiero que desde ahora, tú seas mi esperanza.

  Ahora, dale gracias a Dios Padre: Dile: Gracias padre por el amor de tu Hijo Jesucristo.  Amén.

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