ENFERMO PERO EN SERVICIO
2 Corintios 12:7-10.
Predicado por primera vez por el Pbro. Diego Teh Reyes, en un culto de acción de gracias, en el domicilio de Nicolás Couhó Tun; por invitación de la iglesia “Peniel” de la col. San Antonio Xluch, de Mérida; el día martes 01 de Abril del 2014, a las 19:30 hrs.
INTRODUCCIÓN: Nos hemos reunido en esta noche como creyentes en la misma fe, más que familia, más que miembros de iglesia, más que simpatizantes de la fe y de la iglesia. Nos hemos reunido no como cuando espontáneamente o por cita nos encontramos en la iglesia, en la calle, en el parque, en la tienda, en la taquería, etc… Nos hemos reunido con un espíritu de humildad porque todos los que hemos estado pendientes y acompañando a Nicolás durante los 16 meses que ha sido zarandeado por la enfermedad y el dolor, como dijera el apóstol Pablo: “me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás, que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera”. Hemos aprendido juntamente con él a ser humildes cuando miramos que somos impotentes de dominar toda adversidad. Pero nos hemos reunido también a esta santa convocación con un espíritu de adoración pues estamos delante de nuestro Señor y Salvador Dios Todopoderoso a quien le debemos nuestra vida, y nuestra gratitud.
Agradezco la invitación que me hicieron para predicar hoy, y que Nicolás y su familia me habían pedido en repetidas ocasiones, hasta que llegó el día de poderse organizar en coordinación con la iglesia Peniel.
He tenido la oportunidad de compartir la palabra con Nicolás y su familia en algunas ocasiones, y lo que voy observando es que quizá nos van superando, pues su fe en Dios ha ido creciendo no poco a poco como quizá en alguno de nosotros, sino de la nada a lo mucho en tan poco tiempo. Nicolás ha expresado que si sale de esta situación, consagrará su vida al servicio de Dios; sin embargo, a pesar de que su lucha todavía continúa, al tener él la iniciativa y querer dedicar este culto al único Dios vivo y verdadero, es la evidencia de que a pesar de su circunstancia, él y su familia están creciendo y madurando en la fe, y de que también están al servicio de Dios. No es cosa para el futuro, es una realidad para ellos. Este tipo de servicio muy especial edifica también nuestra vida espiritual personal.
Nuestro texto bíblico para este momento, aunque lo he compartido con Nicolás en otras ocasiones con aplicaciones distintas, hoy lo compartiré con ustedes con otro enfoque igual de importante y edificante para nuestra vida espiritual. Primero, leamos el texto bíblico:
“Para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás, que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Corintios 12:7-10).
Ahora, dicho en resumen, estos versículos nos presentan hermosas enseñanzas muy apropiadas para los creyentes que nos toca enfrentar momentos difíciles y muy difíciles en la vida como son las enfermedades que se hacen crónicas o malignas en nuestros cuerpos. // ¿Cuáles son esas hermosas enseñanzas muy apropiadas para enfrentar los momentos de enfermedad? // En este mensaje les compartiré algunas de esas hermosas enseñanzas.
La primera enseñanza para enfrentar los momentos de enfermedad, es:
I.- EN EL CREYENTE LA GRACIA DE CRISTO ES SUFICIENTE.
Dice el apóstol Pablo referente a su enfermedad: “tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia” (vv. 8,9a).
(Omito explicar esta parte en esta ocasión, puesto que lo he compartido con él de manera personal y presencial en un par de ocasiones).
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La segunda enseñanza para enfrentar los momentos de enfermedad, es:
II.- EN EL CREYENTE REPOSA EL PODER DE CRISTO.
Dice el apóstol Pablo: “de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” (v. 9b). Una de las debilidades humanas es el encontrarse enfermo, y nadie quisiera estar en esa situación. Por eso cuando alguien está enfermo nos unimos en oración para invocar el poder divino a su favor. Sin embargo, vivimos una época donde la gente suele ya no acudir ni esperar en Dios sino acudir a otros medios y en ocasiones solamente por esfuerzos personales.
Hace muchos siglos, una historia bíblica que siempre ha llamado la atención a los mejores escritores de todas las épocas es el caso de Job cuando estuvo padeciendo una enfermedad indeseable, en medio de la cual dijo: “desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. […] He aquí, aunque El me matare, en El esperaré” (Job 1:21; 13:15a). De estas palabras de Job apreciamos varias y profundas reflexiones acerca de la vida en su relación con Dios, sin embargo solamente quiero enfatizar que a pesar de su grande y terrible sufrimiento, también tuvo una mayor esperanza en Dios, pase lo que pase: “aunque El me matare”.
Muchos falsos predicadores de la actualidad están enseñando algo distinto en vez de esperar en Dios. Esta gente enseña que usted puede declarar o decretar con sus propias palabras lo que usted desea que suceda en su vida, así pueda ser una sanidad, y otras cosas más que usted desee. Enseñan que usted puede arrebatarle al diablo lo que usted ha perdido en su vida, hogar, trabajo, familia, etc… Pero se imagina usted a Job diciendo palabras como “Yo declaro que el diablo me devuelve lo que me robó. Hoy me apodero de lo que a mí me pertenece, lo que me has quitado me lo devolverás con creces. Es que Dios me hizo Su hijo, y con los hijos de Dios nadie se mete. YO te arrebato mi familia, YO te arrebato mi salud, YO te arrebato los Tesoros de los Cielos que pertenecen a mi casa. Arrebato, arrebato, arrebato todo lo que es mío”. Lo anterior es una paráfrasis de una canción que promueve esa falsa doctrina[1]. Pero, el punto aquí es que, “No tengo nada que arrebatarle al diablo porque mi vida, mi salud, mis circunstancias no están en su manos sino en las de Dios”[2]. No ande usted declarando lo que queda bajo la soberana voluntad de Dios, no quiera usted manejar lo que solo a Dios le corresponde.
Hermanos, nos hemos reunido hoy no para enseñar que luchamos con nuestras propias fuerzas o palabras, sino para inculcar que nuestra esperanza como en el caso de Job está puesta en Dios, o lo que es lo mismo como dice el apóstol Pablo “de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”. Hay un poder que es sobre todo poder, el de Cristo, y reposa sobre todo creyente, y no dudamos que lo está también en la familia que hoy acompañamos. Sigamos clamando la misericordia de Dios para el cuerpo y alma de nuestro hermano Nicolás.
La tercera enseñanza para enfrentar los momentos de enfermedad, es:
III.- EN EL CREYENTE SIEMPRE HAY GOZO POR AMOR A CRISTO.
Dice el apóstol Pablo: “por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias;…” (v. 10a). Estas palabras no las puede decir cualquier persona, sino solamente la persona que verdaderamente ama a Cristo, pues la persona que ama a Cristo, le obedece bajo cualquier circunstancia; como cuando una persona que ama a otra es capaz de hacer con gozo cualquier cosa y bajo cualquier circunstancia con tal de agradarle. La vida cristiana es una vida de amor a aquel que nos amó primero: Cristo.
Cuando uno es creyente e incurre en pecado sea voluntario o involuntario, dice la Biblia que uno deja de sentir gozo, su vida se vuelve deprimida porque no hay sincronía entre la voluntad de Dios y las acciones de su vida. El rey David tuvo que decirle a Dios: “Vuélveme el gozo de tu salvación” (Salmo 51:12a). Pero cuando uno está caminando en el camino de la santidad, esforzándose a vivir dignamente delante de Dios, entonces el amor del creyente por Cristo se acrecienta.
Nancy, Nicolás, y familia: Creo que ahora más que nunca ustedes han comprendido lo que Cristo representa en sus vidas. Creo que no han sido engañados con un falso evangelio. El gozo en medio de las aflicciones es un distintivo de los hijos de Dios a través de los siglos pasados y en el presente. Por ese gozo, uno es capaz de sufrir las peores atrocidades que puedan ocurrinos. No buscamos ni deseamos sufrir pero si nos toca, eso no es motivo para perder el gozo en nuestra vida, ya que la salud, el dinero, los bienes, los logros, etc… no son los que nos hacen felices sino el Dios vivo, único, y verdadero.
La cuarta enseñanza para enfrentar los momentos de enfermedad, es:
IV.- EN EL CREYENTE SIEMPRE HAY FUERZA PARA SERVIR.
Dice el apóstol Pablo: “cuando soy débil, entonces soy fuerte” (v. 10b). Recuerdo que durante los años 92 y 93 solía viajar por las mañanas al Seminario con uno de los que fueron mis profesores de teología, quien en dos ocasiones lo vi viajar y acompañarlo al seminario y a una comisión a la iglesia en un pueblo de interior del estado, cuando él se encontraba padeciendo altas temperaturas febriles. Yo nunca hubiera viajado en tales circunstancias, hubiera preferido estar en mi hamaca o cama reposando, pero él responsable de su deber, allí estaba presente para servir. Sobre este asunto quiero aplicarlo con relación al ejemplo que hoy tenemos en Nicolás y su familia. Aunque están literalmente débiles por las aflicciones, los vemos en la iglesia, los vemos en el hospital, los vemos en el trabajo, los vemos involucrados en todas partes a pesar de todo.
Leí la reflexión de un pastor de nombre Sergio Perelli quien observó la excusa frecuente de algunos creyentes que se acercan a su pastor diciéndole: “Pastor, hoy no podré ir al culto, a la visita, al estudio, etc… porque estoy enfermo”[3]. Y él observa que hay dos grupos de personas que él clasifica como ENFERMOS DE PROFESION y ENFERMOS DE PROGRAMACIÓN.
En cuanto a los ENFERMOS DE PROFESIÓN, dice él que: A este estrato, pertenecen todos aquellos que han desarrollado un estilo de vida ‘enfermizo’ de estar ‘enfermos’. Y acerca de estos, otro pastor, Philip De Courcy, Director del Programa Radial Know The Truth (Conoce La Verdad), asevera con un poco de sarcasmo, que tal tipo de personas “nunca le pedirán a usted orar por la sanidad de ellos/as…porque en realidad no quieren ser sanos…desean permanecer enfermos”. ¿Conoce usted personas así? ¿No será usted? El caso de estas personas enfermas de profesión no es porque en realidad se encuentren enfermos sino que dicen eso solamente para excusarse de sus deberes para con Dios, con su familia, y con sus semejantes. Nunca están disponibles para servir a Dios o a su prójimo. El apóstol Pablo les diría: No importa que te sientas mal, recuerda que el Señor cuando somos débiles nos hace fuertes.
En cuanto a los ENFERMOS DE PROGRAMACIÓN, dice Perelli que: “ a este grupo pertenecen todos aquellos que son increíblemente ‘organizados’ en ‘programar’ sus ‘enfermedades’, o expresándolo de otra manera: se ‘enferman’ exclusivamente y específicamente en los días que hay alguna actividad en sus respectivas iglesias, pero al día siguiente se sanan milagrosamente, y así prosiguen con su vida cotidiana”. Algunos casos que él menciona son: “Pastor… ESTUVE ENFERMO/A, el día de la reunión a mitad de la semana”, pero… al otro día fueron a trabajar. “Pastor… ESTUVE ENFERMO/A, el domingo pasado”, pero… el lunes fueron a trabajar e hicieron lo mismo los demás días de la semana. Sigue diciendo: “He descubierto en algunas ocasiones, que este tipo de personas se ‘enfermaron’ el domingo por la mañana, pero a la tarde se sanaron para ir de compras a un centro comercial, a visitar a sus familiares, a participar de un celebración de cumpleaños, etcétera. Al grupo anterior, podemos agregar a los que estuvieron todo el día sábado preparando o participando de una fiesta, y el domingo por la mañana amanecen misteriosamente ‘enfermos’. ¿Y qué tal de los que estuvieron una semana de vacaciones y llegan tan ‘enfermos’, que no pueden asistir durante la siguiente semana a las actividades de la iglesia?
Amados hermanos presentes, no usemos mentirosamente como pretexto de que estamos enfermos para no servir a Dios. Hoy tenemos el ejemplo de Nicolás que a pesar de estar enfermo gravemente ustedes lo han visto en las bancas de la iglesia. Nadie sabía si estaba sufriendo pero allí estaba con su corazón humillado delante de Dios, y hoy aún todavía postrado por la enfermedad no deja de postrar su corazón en adoración a Dios juntamente con nosotros. De la misma manera que a pesar de que nos sentimos mal nos vienen las fuerzas para ir al trabajo, a los paseos, a las fiestas, a las compras, etc… de la misma manera aunque nos sintamos mal hagamos el esfuerzo de servir al Dios que nos da la vida, pues el también cuando somos débiles nos hace fuertes.
CONCLUSIÓN: Nicolás, Nancy, y familia: Deseamos de todo corazón que la gracia de Dios siga siendo lo suficiente para cada uno de ustedes. Deseamos que la esperanza de ustedes se mantenga en el poder de Cristo. Deseamos que el gozo de ustedes en medio de la aflicción sea el saber que la gracia salvadora de Cristo ha traído a sus vidas el don más valioso para el ser humano: la salvación. Y también deseamos que ustedes dejen que la fuerza de Dios actúe en sus vidas para ser un valioso testimonio para propios y extraños.
[1] Se trata de la canción “Arrebato”, por Nancy Amancio. Puede oírse y leerse en el video que se encuentra en: http://www.youtube.com/watch?v=jlwBIz2GrOY
[2] Frase del pastor bautista, de República Dominicana, Miguel Núñez. Veáse en el siguiente post: https://www.facebook.com/VerdadEnGuerra/posts/540989969295232
[3] Escrito por el pastor Sergio A Perelli, en su articulo: PASTOR… ESTOY ENFERMO(A), que puede leerse en: http://pastordanielbrito.wordpress.com/2011/07/26/%C2%A1pastor%E2%80%A6estoy-enfermoa/ (leer la segunda parte en: http://pastordanielbrito.wordpress.com/2011/07/28/%C2%A1pastor%E2%80%A6estoy-enfermoa-parte-ii/
predicaciones que han sido de gran bendicion para mi vida espiritual, gracias por la palabra Hno Diego.