ANTES QUE EL ESPÍRITU VUELVA A DIOS, Por: Diego Teh.

ANTES QUE EL ESPÍRITU VUELVA A DIOS.

Eclesiastés 12:1-8.

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Predicado por el Presbítero: Diego Teh Reyes, el jueves 30 de mayo 2019, a las 10:00 horas, en la funeraria Quevedo de Mérida, Yuc; durante el funeral de Tito Raúl Pech Mendoza (Padre de Flor, y María Luisa Pech, de la iglesia El Divino Salvador), y de Hugo, José, Lourdes, y Candelaria.

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   INTRODUCCIÓN: En este mundo no somos eternos, pero fuimos creados para ser eternos, por eso cuando uno muere el alma o espíritu, vuelve a Dios quien lo dio para que uno siga existiendo, y aunque alguno por causa de no haberse arrepentido de ser pecador no se pueda quedar con Dios, este seguirá siendo eterno, pero solamente que en el infierno eterno.  Por otra parte, cuando uno muere, el cuerpo, aunque se descompone, al haber sido creados para ser eternos, el cuerpo tiene que esperar el momento de una resurrección determinada por Dios que sucederá cuando su Hijo Jesucristo regrese por sus creyentes.

   Por eso, es conveniente que, aprovechando esta ocasión que nunca esperamos sea en este momento, usted que me escucha reflexione la siguiente pregunta: ¿Está usted seguro que cuando usted muera su alma irá con Dios para quedarse en su cielo eterno, y no en el infierno eterno?  Para ayudarle a responder esta pregunta, le anticipo que la idea central del mensaje que ahora les voy a predicar es, que: Mucho antes que llegue el momento de nuestra muerte, es necesario tomar decisiones importantes que tienen que ver con Dios.  / ¿Cuáles son las decisiones importantes que tienen que ver con Dios, y que son necesarias de tomar mucho antes que llegue el momento de nuestra muerte? / Ahora, les voy a compartir acerca de estas importantes decisiones necesarias.

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   La primera DECISIÓN importante y necesaria que uno debe tomar mucho antes que nos llegue el momento de la muerte, es:

I.- TOMAR EN CUENTA A DIOS COMO EL CREADOR.

   La primera frase que sobresale en nuestra lectura de Eclesiastés 12, en el versículo 1, es “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud” (Eclesiastés 12:1a).  Lo primero que sobresale en esta frase, y que tiene que ver con Dios, es que Él es el Creador.  Vivimos en un tiempo en el que es fuerte la creencia de que no existe un Creador, sino que todo comenzó a existir a partir de un Big Bang; que somos el producto de una evolución del mono, y que por lo tanto no existe el Creador al que la Biblia se refiere.

   Un salmista, autor del Salmo 100, invitaba a las personas de su tiempo a reconocer que Dios conocido entonces como Jehová, es el Creador.  El dice en su salmo: “Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos” (Salmo 100:3ab).  En su tiempo no había teoría del Big Bang, no había teoría del evolucionismo, pero la gente de por sí tiende a olvidarse de Dios y no tomarle en cuenta en la vida como el Creador.  El problema de los tiempos del salmista, es que mucha gente solamente sabía que nació como un producto reproductivo, y que iban a ser parte de ese proceso reproductivo teniendo a su propia descendencia, olvidando que, aunque así era, Dios es el Creador.  Por eso la insistencia de: “Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos” (Salmo 100:3ab).

   Igualmente, hoy es necesario tomar en cuenta a Dios en este sentido de que no somos una evolución del mono, sino creación de Él, conforme a su imagen y semejanza.

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   La segunda DECISIÓN importante y necesaria que uno debe tomar mucho antes que nos llegue el momento de la muerte, es:

II.- TOMAR EN CUENTA A DIOS DESDE AHORA.

   Cuando Salomón, autor del libro conocido como El Eclesiastés, dijo: “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud” (Eclesiastés 12:1a), tan solo en esta primera frase, él enfatiza el momento apropiado para tomar en cuenta a Dios en la vida.  Qué mejor si uno toma esta decisión desde los tiempos de la juventud.  Por estas palabras, es que los predicadores que hemos tenido el privilegio de predicar a quinceañeras y hasta a quinceañeros, alguna vez hemos predicado acerca de estas palabras, porque es parte de la etapa de la juventud cuando uno ya tiene la edad suficiente para tomar en cuenta a Dios, aunque en realidad hay niños que mucho menores de 15 y hasta menores de 12, que han iniciado a tomar en cuenta a Dios en sus vidas, y por supuesto que si Dios les provee la fe necesaria, por supuesto que se puede desde esa tierna edad.  Pero, mucho más podemos y debemos tomarle en cuenta a Él, mientras estamos en la juventud.

   Hoy, estoy usando estas palabras de Salomón “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud” (Eclesiastés 12:1a), por los que ya están en la etapa de la juventud, y por los que ya están saliendo o ya salieron de la juventud, sin haber tomado realmente en cuenta a Dios en sus vidas.  Las palabras de Salomón, nos recuerda que la juventud, para quienes han tenido el privilegio de llegar a ella, es un momento oportuno de tomar en cuenta a Dios.

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   La tercera DECISIÓN importante y necesaria que uno debe tomar mucho antes que nos llegue el momento de la muerte, es:

III.- TOMAR EN CUENTA A DIOS ANTES QUE SEA DEMASIADO TARDE.

   Después de la frase: “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud” (Eclesiastés 12:1a), Salomón añadió 3 veces la frase: “antes que…” (12:1b; 2, 6), la cual utiliza siempre, para enfatizar la urgencia del momento apropiado para tomar en cuenta a Dios en la vida.  Desde el versículo uno hasta el versículo 7, después de estos “antes qué”, hay como 17 circunstancias y momentos expresados de manera alegórica, que no tenemos que esperar que nos ocurran para que hasta entonces queramos acordarnos de Dios, por lo que alguno de esos momentos o circunstancias cuando esta llegue ya será entonces demasiado tarde.  Cada uno de estos “antes que” reflejan esta urgencia.

   En el tercer “antes que…” que comienza en el versículo 6, y que incluye hasta el versículo 7, que se tienen que leer en conexión con la frase del versículo 1, es decir, se debe leer como: “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud…”  “… antes que” (¿Cuáles son los 6 complementos de este “antes que”?).  Leemos: Antes que: “(1°) la cadena de plata se quiebre, (2°) y se rompa el cuenco de oro, (3°) y el cántaro se quiebre junto a la fuente, (4°) y la rueda sea rota sobre el pozo;”) / y cuando pasa al versículo 7, sigue el “antes que”: (5°) … el polvo vuelva a la tierra, como era, (y 6°, como: “antes que”): y el espíritu vuelva a Dios que lo dio” (Eclesiastés 12:1a, 6ª, 7).

   Estos últimos 6 “antes que”, son una indicación de que el tomar en cuenta a Dios en la vida es algo siempre urgente.  Y el 6° complemento indica que es urgente, antes de que nuestro espíritu vuelva a Dios, pues una vez vuelto a Dios, si uno no tomó en cuenta a Dios en esta vida, prácticamente no será tan útil volver a Dios, porque tal espíritu, por no decir tal persona, no va a poder quedarse con Dios, sino que será enviado a un lugar de tormento eterno conocido en la Biblia como el infierno.  Jesús, dijo que tal persona solo escuchará las palabras: “Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mateo 7:23), y “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” (Mateo 25:41).  Eso fue lo que le pasó a un rico que, según Jesús, al morir el rico, y este abrió los ojos a la realidad eterna, se encontró nada menos que en ese lugar tormentoso e indeseable.  Es por eso que es necesario que toda persona se acuerde y reconozca a Dios como el Creador antes que sea demasiado tarde.

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   CONCLUSIÓN: Amado oyente, usted debe saber que la manera de tomar en cuenta a Dios como el Creador desde ahora y antes que sea demasiado tarde, es creyendo en su Hijo Jesucristo el Salvador, quien en una ocasión hizo la declaración: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9b).  El apóstol Pablo dice de Jesús que: “Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. / Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él” (Colosenses 1:15-16); o sea, que Jesús es el mismo Creador, que ahora es el mismo Salvador.  Entonces, para acordarse del Creador, se tiene que creer en Jesús.  Esta es la finalidad de predicarles en este momento. Que nadie se quede sin ser creyente de Jesucristo como el Creador ahora también Salvador.

  Por eso, animo a quienes no hayan tomado antes esta decisión, que hoy y desde ahora mismo en este momento inolvidable, crean en Jesucristo, aceptándole como su único y suficiente Señor y Salvador.  Ahora es el tiempo de seguir la instrucción de Salomón: “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud”.  Anhelen estar con Dios, y no dejen que el infierno les atraiga. Entiendo que este fue el ejemplo que don Tito mostró a cada uno de los que le conocimos, o que supimos de su vida de fe en Dios.  Mucho más lo saben quienes son parte de su familia.

   Seamos todos verdaderos creyentes en Jesucristo, ahora, antes que sea demasiado tarde.  Dios consuele los corazones de todos ustedes que tuvieron un ser querido que a tiempo creyó en Jesucristo como su Creador y Salvador.

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