EL VARÓN ES LA CABEZA DE LA MUJER, Por: Diego Teh.

EL VARÓN ES LA CABEZA DE LA MUJER

  1 Corintios 11:1-3.

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Predicado por el Presbítero: Diego Teh Reyes, el sábado 23 de noviembre 2019, a las 14:00 horas, en la congregación “Unidad en Cristo”, de la Col. Morelos Oriente, de Mérida, Yucatán; en el culto nupcial de José Emanuel Cab Santos, y Kiara Rebeca Can Chan.

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   INTRODUCCIÓN: Donde no se respeta el orden, sin duda que habrá abundantes problemas, desorden, caos, etc…  En el caso de nuestro texto bíblico donde el apóstol Pablo dice: “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo” (1 Corintios 11:3), lo que sus palabras indican es que Dios es un Dios que en todo es ordenado, por lo que no hay ningún desorden en él.  Aunque el contexto de esta enseñanza del apóstol Pablo no es directamente para asuntos matrimoniales, sin embargo, en el contexto general de las Sagradas Escrituras, su enseñanza sí tiene aplicación para el matrimonio como para otras áreas de la vida de los creyentes en Jesucristo.   Derivado de un desorden que se llegó a dar en la iglesia de Corinto, mayormente por parte de mujeres que, por idolatría, por perversión, por anticultura, o por rebeldía a su autoridad familiar como a sus padres o a su esposo, se rapaban la cabeza.  Esa era la conducta popular de las mujeres no cristianas.  Por esta razón, el apóstol Pablo tuvo que explicarles esta verdad diciéndoles que, entre las personas de la divinidad, como por ejemplo entre Dios el Padre y Jesucristo el Hijo hay un orden de autoridad.  San Pablo hablando de quién es cabeza de quién en el orden divino, al final del versículo 3 les dice que: “Dios (es) la cabeza de Cristo” (1 Corintios 11:3c), y esto no puede ser al revés. Este es el orden de autoridad en la divinidad.  Y hablando de quién es cabeza entre la relación divina y el matrimonio humano, el apóstol les dice que en esta relación: “Cristo es la cabeza de todo varón” (1 Corintios 11:3a).  Tampoco puede ser al revés, de tal manera que el varón u hombre sea cabeza de Cristo.  Y explicándoles de quién es cabeza entre la relación humana del matrimonio que por ley es entre un hombre y una mujer, les dice que “el varón es la cabeza de la mujer” (1 Corintios 11:3b).  Tampoco puede ser al revés, que la mujer sea la cabeza del varón, porque entonces, la relación no funcionará según el orden establecido por Dios.

   Por estos antecedentes acerca del orden que está procurando el apóstol Pablo, en este momento lo que voy a predicar de manera personalizada para José Emanuel y Kiara Rebeca, NO ES solamente para ellos, sino para todos, especialmente para los varones casados o por casarse, que están presentes en este recinto.  Sin embargo, también las mujeres ya sea casadas o solteras podrán descubrir aplicaciones que les puedan ser útiles para sus vidas.  La proposición de esta predicación es la siguiente: En el matrimonio, el varón tiene dos RESPONSABILIDADES relacionales de orden que debe cumplir. / ¿Cuáles son estas dos RESPONSABILIDADES relaciones de orden que, en el matrimonio, el varón debe cumplir?  / En el desarrollo de esta predicación les compartiré acerca de estas dos RESPONSABILIDADES relacionales de orden.

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   La primera RESPONSABILIDAD relacional de orden que, en el matrimonio, el varón debe cumplir, es:

I.- SOMETERSE AL SEÑORÍO DE CRISTO.

   Debido a que el apóstol Pablo les explica a los Corintios que: “Cristo es la cabeza de todo varón” (1 Corintios 11:3a), esto significa que en el orden bíblico para la familia, Cristo debe estar incluido porque él es quien representa a Dios, quien desea estar presente en la familia.  Pero, al mismo tiempo, siendo que Cristo es cabeza de todo varón, Cristo no solamente es representante de Dios en la familia, y por lo tanto también en el matrimonio, sino que él es constituido por Dios como Señor directamente del varón tanto como esposo igual que como padre de familia.  Es decir, el varón, pero no solamente ciertos varones, sino todos los varones, deben someterse al Señorío de Cristo, porque noten que el apóstol claramente dice que “Cristo es la cabeza de TODO varón”.   Tengo que enfatizar que un hogar donde el varón no deja que Cristo sea el Señor y el Salvador de él y su familia, es un hogar donde la esposa sufre, donde los hijos sufren, y lo que es peor comenzando con el esposo, no disfrutan el don de la felicidad que se recibe y se siente como resultado de una relación espiritual con Cristo.

   Emanuel, si un varón no está sometido al Señorío de Cristo, no está listo para casarse, aunque uno haya tenido el atrevimiento de recurrir ante el juez del registro civil, y aunque mutuamente se han atrevido a estampar sus firmas en señal de compromiso para ser marido y mujer.  Cristo es la primera persona con quien se debe tener una relación espiritual de fe, obediencia, y servicio; y después con la mujer a quien tomarás como esposa.  El que sabe responderle a Cristo con estas responsabilidades, dejará que Dios sea quien gobierne no solamente su vida personal sino también la de su esposa, y en consecuencia también la vida de los hijos, o sea, de la familia entera.  Sin Cristo, el matrimonio no cumplirá la voluntad de Dios.

   Por eso, Emanuel, delante de la mujer que quiere ser tu esposa, y que estoy seguro no quiere un esposo que esté ajeno a Dios por medio de Cristo, te pregunto: ¿De ahora en adelante, dejarás que Cristo sea “la cabeza”, o sea, el Señor de tu vida?  Si tu decisión es sí, debes ocuparte en conocer la voluntad de tu Señor Jesucristo, mediante el conocimiento y lectura de Su bendito y glorioso evangelio revelado en las Sagradas Escrituras.  Debes ocuparte en ofrecerle tu adoración, tu servicio, y obediencia, no solo cada vez que pienses o sientas que lo necesitas, sino que todos los días será el Señor de tu vida.  Ni siquiera cada semana, o cada domingo, sino todos los días. ¿Estás dispuesto a hacer todo esto?

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   La segunda RESPONSABILIDAD relacional de orden que, en el matrimonio, el varón debe cumplir, es:

II.- SER EL GUÍA ESPIRITUAL DE SU ESPOSA.

   Emanuel, ¿quieres ser el guía espiritual de Kiara? Espero que sí. La segunda frase relevante que San Pablo les dice a los Corintios, es que: “el varón es la cabeza de la mujer” (1 Corintios 11:3b).  Sin duda que inmediatamente, uno se puede dar cuenta que esto es verdaderamente un honor para los varones cuando nos casamos, pero al mismo tiempo implica para TODO varón la responsabilidad de conectar con Dios a su esposa mediante el Señorío de Cristo, a quien el varón debe estar sometido.  Ser “la cabeza de la mujer”, es un privilegio para el hombre que ante Dios se compromete con una mujer para ser un esposo.  En ningún caso ni sentido significa que el varón por ser constituido como “cabeza”, tenga por ello alguna superioridad que rebaje la dignidad de una mujer esposa.  Cuando Dios estableció este orden para el matrimonio no fue para generar conflictos de abuso de autoridad hacia la esposa, o para negarse ella a respetar la guía de Cristo a través del esposo, sino para responsabilizar al esposo para que él sea el líder espiritual de su esposa.  No es la esposa que debiera ser la “cabeza”, a menos que el esposo no asuma esta responsabilidad porque él no está primeramente sometido a Dios. Un esposo que no cumple esta función solamente puede esperar que su familia sea un desorden y que pronto esté caminando hacia la decadencia y la destrucción espiritual, a menos que la esposa esté lo suficientemente preparada con la gracia de Dios para poner orden en su matrimonio y familia.  Pero, en cuanto el varón se somete a Cristo, entonces está listo para guiar a su propia esposa y familia a la voluntad de Dios.

   Emanuel, ser “cabeza”, no es una oportunidad ni autorización de Dios para ejercer presión o exigencias viles, sobre la mujer que un hombre acepta como su esposa.  Ser “cabeza”, no se trata de poder para subyugar al cónyuge, sino que se trata de un don y privilegio concedido al hombre de tener la capacidad de servir a la mujer que escoge por esposa.  En términos anatómicos, una “cabeza” es parte de un cuerpo con el cual la cabeza trabaja en coordinación y no en contradicción.  Cabeza y cuerpo forman una unidad, y no dos elementos adversos que se oponen uno contra el otro, sino que se complementan.  Así que la analogía de ser “cabeza” en el matrimonio, indica que se trata de un orden en el que el esposo tiene la responsabilidad de tener la iniciativa de coordinarse con su esposa para todas las cosas que harán juntos en la vida.  De esta manera, varón y mujer podrán convivir en una sana relación matrimonial sin egoísmo, sin violencia, y sin frustraciones.

   Emanuel, ¿aceptas este privilegio y responsabilidad de ser “cabeza”, que te responsabiliza ser el guía espiritual de Kiara Rebeca para seguirla edificando en el amor de Dios el Padre y en la gracia de Jesucristo?  ¿Aceptas?  Durante todos estos años sus padres han venido trabajando en la vida de ella para que hoy tengas una esposa temerosa de Dios.  Ahora, te corresponderá a ti tomar este lugar, pues de ahora en adelante, el guía espiritual principal para Kiara ya no serán ni su padre ni su madre, sino tú.  Los maestros de la palabra de Dios en la iglesia, los ancianos de la iglesia, y hasta el mismo pastor de la iglesia, no somos la “cabeza” que liderará la vida espiritual de tu esposa, sino tú, aunque todos estamos para ayudarte a que seas tú quien cumpla esta privilegiada función entre tú y Kiara.  Cuando consideres que necesites ayuda, no dudes en recurrir al apoyo de esta iglesia.

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   CONCLUSIÓN: Estimados Emanuel y Kiara, pongan en práctica este diseño de orden que Dios en su voluntad y palabra tiene establecido para el buen funcionamiento de todo matrimonio. No vivan como las personas que no toman en cuenta a Dios en sus vidas, y que como consecuencia sus respectivos matrimonios se destruyen por falta de una relación espiritual de fe en Cristo y de obediencia a Cristo.  Una persona que en su vida no toma en cuenta a Cristo, camina hacia la condenación eterna tanto de su cuerpo como de su alma; y un matrimonio donde el varón o ambos no toman en cuenta a Cristo, exponen su matrimonio al fracaso, pero cuando Cristo es el fundamento y la autoridad divina y espiritual que reina en sus vidas, el matrimonio siempre será exitoso.

   Dios quiera que ustedes Emanuel y Kiara sean un matrimonio exitoso por la gracia de Cristo, y por la comunión que ustedes tengan con él.  Todos los que amamos a Dios y a ustedes, esperamos verles siempre felices.  Esperamos ver en ti Emanuel, a un hombre sometido primeramente a Cristo Jesús, y siendo un buen esposo cristiano para Kiara.  Y esperamos ver en ti Kiara, una mujer comprometida a la obediencia y servicio a Dios como te lo han enseñado tus padres, y como Emanuel te deberá estar guiando para la gloria de Dios.

   Que Dios les bendiga abundantemente.

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