LA PERSONA QUE DIOS LLAMA PARA SERVIRLE
2 Crónicas 16:1-10; Hechos 8:18-24.
Predicado por primera vez por el Pbro. Diego Teh Reyes, en la congregación “Luz de Vida” de la col. Bojórquez, de Mérida, Yuc; el día domingo 11 de Enero del 2015, a las 18:00 horas.
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INTRODUCCIÓN: 2 Crónicas 14:8-12, nos relata la historia de cómo el rey Asa de Judá, en una ocasión fue retado por el ejército de los etíopes quienes tenían un millón de guerreros mas trescientos carros de guerra. Este pobre rey apenas juntó, primero 300 mil guerreros pertenecientes a su tribu (la de Judá), y luego consiguió a otros 280 mil guerrero pertenecientes a su tribu hermana (la de Benjamín, también del pueblo de Dios). La diferencia entre su ejército y el de los etíopes, era que su ejército apenas pasaba el 50% de lo que tenía su oponente, así que en una situación como esta, cualquier ejército está destinado a perecer bajo la espada, a menos que el ejército conquistador les perdone la vida y los haga sus tributarios. Pero la historia nos relata que este rey hizo una humilde y sencilla oración a Dios diciéndole: “¡Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre” (v. 11), y como respuesta a esta oración, dice el autor de las Crónicas: “Y Jehová deshizo a los etíopes delante de Asa y delante de Judá; y huyeron los etíopes” (v.12). Asa, estaba comprobando que vale la pena apoyarse en Dios porque da la victoria no importando si eres débil o menor frente al enemigo aunque este estuviera bien armado y fortalecido militarmente. Pero en la historia que hoy hemos leído en 2 Crónicas 16:1-10, observamos que Asa, a pesar de su anterior buena experiencia con Dios, en esta segunda ocasión que se vio en problemas de guerra, se apoyó no en Dios como lo hizo antes, sino en Ben-adad rey de Siria, lo cual significó que Asa dejó de estar comprometido con Dios.
El mensaje que les compartiré en esta ocasión, consiste en un sencillo análisis acerca de un cambio de actitud que Asa tuvo para con Dios, detalle aunque negativo por parte de Asa, pero nos aporta la enseñanza acerca de cómo debe ser una persona que ha sido llamada para servir a Dios. / ¿Cómo debe ser una persona que ha sido llamada por Dios para servirle? / Hagamos algunas observaciones relevantes en el pasaje bíblico y entonces encontraremos las siguientes descripciones.
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La primera descripción de cómo debe ser una persona que ha sido llamada por Dios para servirle, es:
I.- QUE SE DEBE APOYAR SOLAMENTE EN ÉL.
Como ya les he mencionado antes, el rey Asa de Judá cuando vió que el rey Baasa de Israel le estaba injustamente causando problemas, buscó el apoyo del rey Ben-adad de Siria, quien le brindó su todo su apoyo haciendo que se rindan varias ciudades del reino que gobernaba Baasa, hasta lograr que Baasa abandonara todo lo que estaba edificando para perjudicar al rey Asa. Ciertamente, Asa obtuvo la victoria sobre su enemigo Baasa, pero ¿estuvo bien el proceder de Asa, al apoyarse en Ben-adad rey de Siria? La respuesta es NO, pues el éxito que se obtiene sin apoyarse en Dios, es siempre un error y pecado. Por eso el vidente Hanani, le recuerda a este rey la experiencia de victoria que había tenido anteriormente contra el ejército de un millón, de Zera el etíope, cuando se apoyó en Dios, pues le dice: “Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no te apoyaste en Jehová tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria ha escapado de tus manos. / Los etíopes y los libios, ¿no eran un ejército numerosísimo, con carros y mucha gente de a caballo? Con todo, porque te apoyaste en Jehová, él los entregó en tus manos” (vv. 7,8). Lo que aquí observamos es que algunas veces el ser humano consigue triunfos personales haciendo a un lado a Dios de su vida, pero tal triunfo no es agradable a Dios, por eso el profeta Hanani le insiste al rey Asa que es necesario apoyarse en Dios no solo de manera ocasional sino en todos los momentos sean fáciles o difíciles que llegan a nuestra vida.
Amados hermanos, esta gloriosa iglesia de nuestro Señor Jesucristo, compuesta por nosotros seres humanos pecadores, una y otra vez tenemos la tendencia tanto de manera personal como de manera institucional como iglesia, acudamos en busca de apoyo sin antes poner las cosas en las manos de Dios. Lo que debemos hacer es poner primeramente las cosas en las manos de Dios mediante una humilde y sencilla oración que exponga a Dios nuestras necesidades, dificultades, problemas, etc…, y entonces Él abrirá las puertas necesarias para que la solución que necesitamos llegue a tiempo para favorecernos y encontrar así en Dios, el éxito. Quizá usted ha experimentado antes el favor de Dios tras habérselo pedido, pues precisamente lo que Dios espera es que usted se siga apoyando en él. Antes de tomar una decisión de buscar apoyo en un amigo, en un familiar, en un pastor, en una iglesia, en una organización educativa o política, etc…, mejor apóyese usted en Dios, pues Dios no espera que usted se apoye en algo o alguien que no sea Él. Este es el tipo de persona que Dios busca para que le sirva.
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La segunda descripción de cómo debe ser una persona que ha sido llamada por Dios para servirle, es:
II.- QUE SE DEBE FORTALECER SOLAMENTE EN ÉL.
Una hermosa declaración que el profeta Hanani hace al rey Asa, es el recordatorio que “los ojos de Jehová contemplan toda la tierra” (v. 9ª). Con estas palabras, Hanani no se estaba refiriendo que Dios solamente tiene una especial atención por la tierra como creación, sino que se refirió a que Dios hace una búsqueda de personas en cualquier lugar de esta tierra, que quieran apoyarse en Él, con el objetivo de que Él los fortalezca. Cuando Dios encuentra a una persona que desea apoyarse en Él, el profeta Hanani, dice al rey Asa que Dios ejecuta el plan de “mostrar su poder a favor” o como dice la versión Nueva Traducción Viviente: “para fortalecer”. Con estas palabras, Hanani le estaba diciendo al rey Asa que Dios no estaba descuidado de lo que le estaba pasando a este hombre como rey de Judá, sino que Dios estaba esperando que Asa buscara el poder de Dios, o sea la fortaleza de Dios, en vez de haber acudido al poder y fortaleza del rey Ben-adad de Siria. Así, entendemos de esta historia, que lo que Dios quería es que Asa se fortaleciera solamente en Dios.
En la historia bíblica también tenemos otra historia, el de una mujer que no podía tener hijos, que se llamaba Ana, quien no acudió a remedios y experimentos botánicos de su época, sino que “con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente” (1 Samuel 1:10), y Dios le concedió como hijo a Samuel uno de los más prestigiados profetas que haya podido tener el pueblo de Dios en la antigüedad. Tiempo después de haber tenido a su hijo, esta mujer bendecida, hizo una oración que también escribió, y decía: “Porque nadie será fuerte por su propia fuerza” (1 Samuel 2:9c). Ella entendió que si hay algún problema, flaqueza, debilidad, etc… en la vida de una persona, no se debe buscar la solución en la propia fuerza, o en la de otro humano, sino directamente de Dios. Y eso era lo que Hanani le estaba diciendo al rey Asa que entendiera para que recapacitara de su mala decisión de haberse querido apoyar en Ben-adad y no en Dios.
Amados hermanos, el apóstol Pablo nos recuerda a los creyentes de la actualidad que: “Por lo demás, hermanos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza” (Efesios 6:10). Dios ofrece por medio del Señor, o sea de Jesucristo, “mostrar su poder a favor” nuestro, o a fortalecernos cuando nuestras fuerzas no sean suficientes para enfrentar las adversidades que inevitablemente tenemos que enfrentar en el curso de nuestra vida y servicio a Dios. Dios no quiere que nos fortalezcamos a través de otras fuentes que no sean Él mismo, o que no estén autorizadas por Él.
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La tercera descripción de cómo debe ser una persona que ha sido llamada por Dios para servirle, es:
III.- QUE SE DEBE COMPROMETER TOTALMENTE CON ÉL.
El profeta Hanani, muy responsable y justo en amonestar al rey Asa, le hace una indicación importante diciéndole que la mirada que Dios hace sobre las personas a quienes él quiere “mostrar su poder a favor”, esto no lo hace Dios a favor de cualquier persona, sino solamente para “los que tienen corazón perfecto para con él” (2 Crónicas 16:9ª –RV60). Pero ¿qué significa tener un corazón perfecto para con Dios? En la versión Nueva Traducción Viviente, estas mismas palabras de instrucción para Asa, se traducen muy adecuadamente, dando a entender que quienes reciben el poder o fortaleza de Dios son: “ los que tienen el corazón totalmente comprometido con él” (NTV). Lo que el profeta Hanani le estaba clarificando a este rey con estas palabras es que lo que Dios mira en el ser humano para determinar su aprobación o reprobación es su corazón, el cual no debe hallarlo imperfecto sino perfecto, de tal manera que pueda tener las mejores actitudes tanto para con Dios como para con las demás personas. Una de las mejores actitudes que se debe tener para con Dios es estar “totalmente comprometido con él” (NTV), pero por el hecho de que Asa se apoyó no en Dios sino en un hombre: Ben-adad rey de Siria, eso significaba que este rey de Judá había descartado seguir comprometido con Dios.
Amados hermanos, esta historia sirva también para nosotros como un recordatorio de que cada uno de nosotros debemos considerar la importancia de tener primeramente a Dios en todos los aspectos de nuestra vida personal, familiar, laboral, eclesiástica, etc…, con un corazón verdaderamente comprometido con Él para servir a sus propósitos, y que no busquemos alianzas con las que pongamos a un lado a Dios. Dios quiere hallarnos siempre comprometidos solamente con Él y su reino.
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CONCLUSIÓN: Amados hermanos, apoyémonos solamente en Dios, fortalezcámonos solamente con su poder, y comprometámonos solamente con Él; pues así tendremos éxito en nuestra vida personal y familiar así como en el ministerio que Dios nos ha encomendado en esta gloriosa congregación por medio de la cual le servimos para el avance de la proclamación del evangelio y para la conversión de los que todavía no tienen esperanza de salvación. Aprovecho informar a cada uno de ustedes que estamos iniciando este año con una meta de crecimiento en número, espiritualidad, y servicio, que ya se les ha dado a conocer, y deseamos que al final de este año se vean los resultados de nuestro compromiso con Dios y esta su iglesia. Usted ha dado el primer paso, por el hecho de tomar en cuenta el venir a la adoración semanalmente, pero la adoración solamente es el primer paso que demuestra que estamos entendiendo la importancia de estar comprometidos con Dios; por lo que ahora, después de cada adoración, viviremos comprometidos con Él en la casa, en la escuela, en el trabajo, en la calle, con los amigos, con los vecinos, etc…, uniendo nuestros dones y esfuerzos bajo un solo plan que se estará promoviendo mediante la directiva de esta congregación. El que se apoya en Dios no le teme estar comprometido con Él.
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